Cartas

Carísimo hermano en Cristo

Yo celebraré que al recibo de ésta, le halle a Vuestra Merced con la más perfecta salud, que mi fino afecto le desea, en compañía de mis hermanos, a quienes saludará de mi parte, y les dirá que cada uno es hijo de mi corazón y que reciban mis finas expresiones.

También le aviso para su consuelo, que las gentes cada día están con más extremos en los Ejercicios, pues están siempre a porfía a cuáles han de entrar primero. Me hará el favor de sacar indulgencias para Don Germán Arbitri y para su mujer Doña María Rodríguez, y para Don Antonio Rodríguez y su mujer Doña Jacinta Rodríguez; para Don Benito de San Ignacio y Don Manuel de San Ignacio, y para Don Juan Antonio Oraca y Doña Petrona del Rosario; y Vuestra Merced tenga paciencia con mis repetidas impertinencias, pues no tengo otra cosa con que corresponder a las gentes que me hacen favores, sino con estas indulgencias.

Esta cartita corta le escribo ahora por incluir esta carta de su primo, el canónigo, que por haber llegado tarde, no fue con la última que le escribí a Vuestra Merced. Dice Don Benito de San Ignacio que quiere una medalla de San Benito con indulgencia y que venga con advertencia que es para él. Y con esto y no ofreciéndose otra cosa, quedo rogando a Nuestro Señor guarde su vida muchos años.

Besa las manos de Vuestra Merced, su afectísima servidora

María Antonia del Señor San José.

También me sacará indulgencias para un criado llamado José Melgarejo y su mujer Simona Melgarejo.